Te encontraré en mis sueños

 

Hoy 28 de julio es el día más frío de este invierno y es el día en que las abuelas encontraron al nieto N°133. Lo bienvenieron su hermano y su padre. Siempre me caen estas noticias en el momento justo en que la alteración de mis emociones llega a la máxima potencia, entonces la noticia me interpela en mi rol de abuela de un niño de 4 años, en mi rol de madre de un joven de 24, en mi rol de hermana, en mi rol de tía.

Mi nieto tiene 4 años y tengo la suerte de que nos acompañamos diariamente, yo lo veo crecer y él me vé anidarlo. Tenemos conversaciones alucinantes como ésta, cuando mirábamos una escena romántica en el teatro de títeres:

-Abuela, qué tiene de bueno el enamoramiento? - me pregunta. Yo le sonrío. Él vuelve a acercarse y en un susurro me dice:- Estoy esperando una respuesta.- Entonces le cuento que el amor te hace cosquillas en la panza. Y agrego – como mariposas. Y sigo – y eso te hace muy feliz.

Me mira asombrado y en su asombro, se construye con mis respuestas, se define. Abuela y nieto conllevan un imán invisible que se pega y despega en necesidades distintas de cada uno. Yo me proyecto, él se deja. Él me increpa, yo me entrego. Y así en este mundo plagado de injusticias sabidas, leídas y conocidas, nos aferramos a esta frágil felicidad, la cuidamos.


Abrazo de árbol 

Rebobino: la noticia era el encuentro del nieto 133 y la noticia era en parte, que su hermano, que tuvo otra suerte, promete encontrarlo. Su abuela ya no estaba, y sin embargo, se fue con el consuelo anudado en alguna parte de su cuerpo.

Mi hermano ya no está y eso me duele. Se fue sin despedidas. Qué coincidencia. Al suyo lo robaron, hoy lo encuentran, como un tesoro.

¿Qué diablos hacer con tu vida de nieto subyugado en el cambio? Con tu vida de hijo de otro? Con tu vida de hermano equivocado? Ya no caminará igual. Porque irá con lo que de ahora en más será durante el resto de su vida.

-¿Cuántas pavas de mate necesitarán para ponerse al día?- me dice mi hijo. Y yo le contesto -¿Cuántas partidas de ajedrez en silencio para decirle a la vida Jaque Mate?

Hay cierta felicidad que no puede opacar tanta tristeza. Y sin embargo.

Preparo un té, perdón, una infusión, bien criolla, bien nuestra. Con ganas de dormir y encontrarte en mis sueños, que es la única manera de encontrarte.

TE ENCONTRARÉ EN MIS SUEÑOS es una combinación de flores y hojas para relajar, calmar, serenar...acomodar la almohada y dormir.




LLeva flores de tilo (tila) y manzanilla (chamaemelum nobile), hojas de melisa (melissa officinalis), burrito (aloysia polystachya) y cedrón (aloysia citrodora).

Las siembro y cosecho en huerta propia. Pero antes, las riego, las cuido,  brotan y me hacen brotar, las mimo y me miman, y espero el momento de cosecha, todas a su debido tiempo. Después mientras se secan, las sigo esperando con paciencia, tiempo y pasión.




Las sigo esperando, como hicieron las abuelas y en el 133, el hermano. Esperar. Yo, con la esperanza de vernos en el espejo de una taza de té. Ellos, con la esperanza de la duda. De que se instale la duda. La duda de nieto: De dónde vengo? Quién soy? Pensaremos en futuro, en lo que viene y será, reunirnos, conocernos, reconocernos, volver a ser en el otro. Brotar de nuevo y de nuevo cuidar la efímera felicidad que se nos viene escapando a todos. Y si de todas maneras ésto no ocurriera y las ganas apremian, te encontraré en mis sueños, que es un lugar seguro.



Gracias Jorge Drexler y Pedro Guerra
"Cuidame"

Cuida de mis sueños
Cuida de mi vida
Cuida a quien te quiere
Cuida a quien te cuida

No maltrates nunca a mi fragilidad
Yo seré el abrazo que te alivia
Yo seré el abrazo que te alivia


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