Entradas

Mostrando entradas de julio, 2023

Nuestro jardín en una taza y el breve espacio en que no estás

Imagen
  Volveré yéndome. Me partiré volviéndome Durante la primavera y el verano junto flores. Para que cuando se marchite el sol en el invierno, tener un pequeño jardín florecido, bello y fragante en la tetera de vidrio. Esa fiesta de colores brillantes y sabores intensos es la mejor gala para seguir celebrando la vida, en el breve espacio en que no estás. No tengo miedo al invierno, con tu recuerdo lleno de sol. Jaime Dávalos. Tonada del viejo amor Es un pedacito de jardín en una taza, un retazo de veranito. Es un tributo a Pablo Milanés que se quedará enrededado en nuestra vida de amores y pasiones. Es momento de memoriar, acunar las ausencias, visitar esa hondura insondable que acumula felicidades, pedacitos de tiempos crudos que quedaron sin cocinar pero siguen levando misteriosa y eternamente, así el amor en plenitud e incertidumbre.  El breve espacio en   que no estás es un blend de té verde chino con pimpollos y pétalos de jazmines, rosas, caléndulas, violetas y p...

Renaceré en domingo, Kundera se queda conmigo

Imagen
Antes de ayer murió Milán Kundera, uno de mis escritores preferidos, de esos que me volaron la cabeza, de esos que me enseñaron a pensar, a ser, a entender la historia del país de mis abuelos. Leí “El Libro de los Amores Ridículos” en los ‘90s, la edición tenía en la portada una pintura diminuta de Pablo Picasso, “Mujer con medias verdes” y me acuerdo del flash que tuve ese año con todas las transgresiones recibidas. El único capaz de entenderme era el tío Guillermo que había vivido en la antigua Checoslovaquia y con el que me podía permitir el divague largo y tendido. Ni hablar cuando leí "La Insoportable Levedad del Ser", una historia de amor tremendamente profunda que me llenó de contradicciones y por primera vez tuve una reflexión si se quiere filosófica de mi existencia. Kundera me dejó pensar sola, hablar conmigo misma, sentir el peso insoportable de mi propia levedad. Conocí por esas épocas mis propias definiciones, cuánto arriesgo, cuánto puedo ser libre para que no m...