Primavera atolondrada, colecta de flores, tés y tesoros
Y que me quiera cuando estoy,
cuando me voy, cuando me fui.
Y que sepa servir el té, besarme
después y echarse a reír.
Y que conozca las palabras que
jamás le voy a decir.
Y que no le importe mi ropa, si
total me voy a desvestir
para amarla, para amarla.
Sui Generis, Necesito
Charly García cumplió 70 años, el Charly de cuya
música me acompañó en la adolescencia, creció dentro mío, me vio llorar y reír
y enamorarme. Este finde me empaché de Charly en su homenaje. Ésta es una
primavera de dimensiones desconocidas, descontroladas. Octubre es en general
así, en Octubre me casé y en Octubre fui madre y en Octubre volvería una vez
más a realizar un acto descabellado porque hay algo de locura en el aire del
valle que te embriaga. Florecen rosas y violetas, saucos y lilas, tilos y
cerezos, jazmines y limoneros. Todo junto. Es tiempo de colecta, es fiesta. Y el
amor huele a todo esto y más, a montaña y musgo, a mar y a sal. Y el perfume
penetra tanto adentro nuestro que todo se descalabra. Y ayuda el viento que azota,
acá en la Patagonia, el viento amenaza en cada primavera y desata pasiones
inconmensurables. Así es, sí sí, el amor viene cargado de polen fecundante de
paz y esperanza.
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